El Ministro Que Hace Discípulos

Introducción

En los últimos veinticinco años, he tenido el privilegio de viajar a más de cuarenta naciones del mundo para hablar a decenas de miles de ministros en conferencias de tres a cinco días. A estas conferencias han asistido líderes cristianos dedicados, provenientes de diferentes denominaciones y corrientes dentro del cuerpo de Cristo. Cada viaje me ha confirmado que una conferencia de tres o cinco días simplemente no es suficiente para llenar las necesidades que existen. Se necesita hacer mucho más para equipar a los líderes Cristianos y este libro es un esfuerzo para cerrar esa brecha un poco más.

Yo también tuve el privilegio y la experiencia de pastorear iglesias por unos veinte años. Aunque yo era “exitoso” en alguna medida, con el tiempo me encontré conmigo mismo en una lucha, porque me faltó entendimiento en algunos principios fundamentales del ministerio bíblico. Por este motivo, tengo una profunda preocupación por los millones de ministros sinceros que les hace falta lo que a mí me hizo falta y que necesitan estar mejor equipados para la tarea que está frente a ellos. Algunos de los principios en los cuales me faltó entendimiento son tan significativos que una vez que son entendidos, marcan el curso del ministerio por el resto de la vida del ministro. Estos llegan a ser las normas que miden cada aspecto del ministerio. Estos principios se encuentran en los primeros capítulos, por lo que ningún lector los debe pasar por alto, pues todos los demás capítulos serían prácticamente inservibles sin su fundamento.

Este libro tiene una aplicación particular para pastores, pues ciertamente ellos son los líderes Cristianos más comunes, pero todo lo que he escrito también aplica para evangelistas, maestros, misioneros, fundadores de iglesias, profetas, maestros de escuela dominical y demás. No hay ninguna persona en el cuerpo de Cristo que no se beneficie al leer este libro, porque a cada miembro del cuerpo de Cristo le ha sido otorgada una función por la gracia de Dios.

Les he escrito primeramente a ministros que viven fuera de los Estados Unidos, en Europa occidental, en Australia y Nueva Zelanda. Sin embargo, esto no quiere decir que lo que he escrito no aplica para estas partes del mundo. Verdaderamente, pienso que lo que he escrito les puede ayudar considerablemente, aunque ya cuenten con suficientes maestros. En todo caso, dependiendo de tu conocimiento, experiencia y la nación donde ejerces tu ministerio, ciertamente encontrarás capítulos que te ayudarán más que otros. Por ejemplo, muchos pastores chinos, cubanos, y vietnamitas que pastorean en casas encontrarán que el capítulo acerca de las iglesias en las casas contiene muchas cosas que ellos ya conocen. Pero los pastores que aún no se han familiarizado con el modelo de las iglesias en las casas, encontrarán este capítulo bastante provechoso.

Es bastante improbable que cada lector esté de acuerdo con lo que he escrito en cada tema del libro. Hace cinco años, ¡yo no hubiera estado de acuerdo con algunas cosas que he escrito en este libro! Así que no deje que desacuerdos menores lo detengan para aprender tanto como usted pueda de cada capítulo.

Como Jesús nos enseñó, nadie pone vino nuevo en un odre viejo, de otro modo el rígido e inflexible odre viejo se reventaría. Sólo un odre nuevo con la suficiente flexibilidad para mantener la presión del vino nuevo fermentado no reventaría. Aunque mucho de lo que he escrito se puede considerar vino nuevo, en realidad es vino bastante viejo, tan viejo como el Nuevo Testamento. Así que el reventar de algún odre viejo, ¡no es culpa del vino que está en las páginas siguientes! Jesús se regocija cuando Dios revela Su verdad a sus pequeñitos y la esconde de “los sabios y entendidos” (Mateo 11: 25). Del mismo modo, Dios le da gracia al humilde y resiste al soberbio (ver Santiago 11: 25). Gracias a Dios por todos los Líderes Cristianos humildes en todo el mundo. Que Dios los bendiga, mientras leen.

— David Servant

Capítulo Uno: Estableciendo la Meta Correcta

Capítulo Dos: Comenzando Correctamente

Capítulo Tres: Continuando Apropiadamente

Capítulo Cuatro: La Iglesia en Las Casas

Capítulo Cinco: El Crecimiento de la Iglesia

Capítulo Seis: El Ministerio de la Enseñanza

Capítulo Siete: Interpretación Bíblica

Capítulo Ocho: El Sermón del Monte

Capítulo Nueve: El Predicador Favorito de Jesús

Capítulo Diez: El Nuevo Nacimiento

Capítulo Once: El Bautismo en el Espíritu Santo

Capítulo Doce: Las Mujeres en el Ministerio

Capítulo Trece: Divorcio y Segundo Matrimonio

Capítulo Catorce: Fundamentos de Fe

Capítulo Quince: Sanidad Divina

Capítulo Dieciséis: El Ministerio Sanador de Jesús

Capítulo Diecisiete: Los Dones del Espíritu

Capítulo Dieciocho: Los Dones del Ministerio

Capítulo Diecinueve: Realidades en Cristo

Capítulo Veinte: Alabanza y Adoración

Capítulo Veintiuno: La Familia Cristiana

Capítulo Veintidos: Como ser Dirigido por el Espíritu

Capítulo Veintitres: Los Sacramentos

Capítulo Veinticuatro: Confrontación, Perdón y Reconciliación

Capítulo Veinticinco: La Disciplina de Dios

Capítulo Veintiseis: El Ayuno

Capítulo Veintisiete: La Vida Venidera

Capítulo Veintiocho: El Plan Eterno de Dios

Capítulo Veintinueve: El Rapto y los Tiempos Finales

Capítulo Treinta: Mitos Modernos Acerca de la Guerra Espiritual, Parte 1

Capítulo Treinta y Uno: Mitos Modernos Acerca de la Guerra Espiritual, Parte 2

Capítulo Treinta y Dos: La Mayordomía

Capítulo Treinta y Tres: Secretos del Evangelismo