Cuando la gente se arrepiente y cree en el Señor Jesucristo, “nacen de nuevo”. ¿Qué significa exactamente nacer de nuevo? De esto trata este capítulo.
Para entender el significado de nacer de nuevo, es necesario entender la naturaleza humana. La Escritura nos dice que no sólo somos cuerpo, sino también espíritu. Por ejemplo, Pablo escribe,
“Que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser; espíritu, alma y cuerpo sea guardado irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5: 23, énfasis agregado).
Como Pablo lo dijo, podemos considerarnos como seres tripartitos, que consisten en espíritu, alma y cuerpo. La Escritura no define con precisión estas tres partes, así que nosotros hacemos lo mejor para diferenciarlas al entender el significado de las palabras. Usualmente decimos que nuestro cuerpo es nuestro ser físico, la carne, los huesos, la sangre y demás. Nuestra alma es nuestro ser emocional e intelectual, la mente. Nuestro espíritu es obviamente nuestro ser espiritual, o como el apóstol Pedro lo describe “el interno, el del corazón” (1 Pedro 3:4).
Debido a que el espíritu es invisible al ojo físico, las personas que no han sido regeneradas (que no han nacido de nuevo) tienden a desacreditar su existencia. Sin embargo, la Biblia es clara al decir que todos nosotros somos seres espirituales. La Escritura nos dice que cuando una persona muere, únicamente el cuerpo es lo que deja de funcionar, en tanto que el espíritu y el alma siguen funcionado como siempre. A la hora de la muerte, el cuerpo no estará en el juicio ante Dios (ver Hebreos 9:27). Después del juicio, las personas van al cielo o al infierno. Eventualmente el espíritu y el alma de cada persona se reunirán con su cuerpo a la hora de la resurrección.