A través de las epístolas del Nuevo Testamento, encontramos frases tales como “en Cristo”, “con Cristo”, “a través de Cristo” y “en Él”. Estas frases frecuentemente revelan algún beneficio que nosotros como creyentes poseemos debido a lo que Jesús ha hecho por nosotros. Cuando nosotros nos vemos como Dios nos ve, “en Cristo”, esto nos ayuda a vivir como Dios quiere que vivamos. El ministro que hace discípulos les enseñará quiénes son ellos en Cristo para ayudarles a crecer y madurar espiritualmente.
Primero, ¿Qué significa estar “en Cristo”?
Cuando nacemos de nuevo, nos colocamos en el cuerpo de Cristo y somos uno con Él, espiritualmente. Veamos algunos ejemplos de las epístolas del Nuevo Testamento que afirman esto:
“así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo” (Romanos 12:5, énfasis agregado).
“Pero el que se une al Señor, un espíritu es con Él” (1 Corintios 6:17, énfasis agregado).
“Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo y miembros cada uno en particular” (1 Corintios 12:27, énfasis agregado).
Nosotros que hemos creído en el Señor Jesús debemos vernos a nosotros mismos unidos a Él, miembros de su cuerpo y un espíritu con Él. Él está en nosotros y nosotros en Él.
Aquí hay un verso que nos dice algunos beneficios que tenemos por la virtud de estar en Cristo:
“Pero por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación, y redención” (1 Corintios 1:30, énfasis agregado).
En Cristo, somos hechos justos (declarados sin culpa y haciendo lo correcto), santificados (apartados para el uso santo de Dios), y redimidos (libres de la esclavitud). No estamos esperando ser justificados, santificados o redimidos en el futuro. Más bien, tenemos todas estas bendiciones ahora porque estamos en Cristo. En Cristo todos nuestros pecados han sido perdonados.
“Él nos ha librado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados” (Colosenses 1:13-14, énfasis agregado).
Esta escritura también nos dice que ya no estamos en el reino de Satanás, el dominio de las tinieblas, sino que ahora estamos en el reino de la luz, el Reino de Jesús.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17, énfasis agregado).
Alabemos a Dios porque si eres un seguidor de Cristo, tú eres una nueva “criatura”, ¡como una oruga se transforma en mariposa! Tu espíritu tiene una nueva naturaleza. Anteriormente poseías la naturaleza egoísta de Satanás en tu espíritu, pero ahora todo tu pasado ha quedado atrás.