Todas las opciones que se encuentran debajo de esta página le llevarán a diferentes capítulos consecutivos del libro escrito por David Servant titulado El Engaño del Evangelio. Este libro estudia el evangelio moderno que es tan popular en América y alrededor del globo, pero que frecuentemente carece de las verdades que hay en el evangelio de la Biblia. La primera diferencia es que el evangelio moderno proclama una gracia que no se encuentra en la Escritura, una gracia que se convierte en una licencia para pecar. Sin embargo, el evangelio de la Biblia revela que la gracia de Dios ofrece un tiempo limitado para que la gente se arrepienta y una promesa para ser libre del pecado. Jesús le dijo a la mujer adúltera, “ Ni Yo te condeno; ve y no peques más” (Juan 8:11). Tú puedes estar seguro que si esta mujer hubiera continuado pecando, al momento en que ella fuera llevada al juicio de Cristo después de su muerte, ella no escucharía las mismas palabras que Jesús le dijo en este verso. Por esto, Dios le está dando con su gracia una oportunidad temporal que para la gente se arrepienta, para que así cuando cada persona esté frente a Él, ya haya sido perdonada y esté dispuesta a seguirle hasta “entrar por la puerta angosta” ( Mateo 7:13).
El inicuo no heredará Esta introducción y el primer capítulo exponen un fundamento bíblico el cual prueba que el cielo es solamente para los seguidores obedientes de Cristo, sin importar cuanta fe ellos puedan tener. La verdadera fe salvadora se manifiesta con obras de obediencia. La gente verdaderamente nacida de nuevo ha sido libre del dominio del pecado.
El “Cristiano” inmoral Este capítulo muestra que ninguna persona inmoral, aún si ésta proclama ser cristiana, no entrará al Reino de los Cielos. Este capítulo también expone la hipocresía de muchos cristianos los cuales aparentan cierta pureza, pero que son lujuriosos y por esto van camino al infierno.
El “cristiano” avaro Este capítulo define lo que es la codicia ( Te puede sorprender) y muestra que ninguna persona codiciosa entrará al cielo. Jesús advirtió que muchos que pensaban ser sus ovejas, eran realmente sus cabritos, y su verdadera naturaleza se revela por lo que hacen con su dinero. La gente codiciosa son verdaderamente idólatras. Este capítulo también contiene algunos pasos prácticos para una mejor administración.
El Cristiano no comprometido El capítulo cuatro, expone la falsa creencia de que uno puede ser un creyente en Cristo sin ser un discípulo de Cristo. Los verdaderos cristianos están comprometidos a Jesús y se niegan a si mismo por Jesús y por el evangelio. Este capítulo también habla acerca de la enseñanza moderna llamada “ El cristiano carnal.”
El “Cristiano” antinómico Muchos cristianos desafortunadamente piensan que debido a que la salvación se recibe por la fe, el guardar las leyes de Dios no tiene nada de relación con la salvación. Sin embargo, la Escritura nos enseña que la fe y las obras no pueden separarse. Lo que muchos llaman hoy en día legalismo, Dios lo llama “la santidad, sin la cual nadie verá a Dios” ( Hebreos 12:14).
El sermón de salvación más grande de Jesús El Sermón del Monte es el sermón más extenso que conocemos de Jesús, en el cual Jesús dice claramente que sólo aquellos que hacen la voluntad de su Padre entrarán al Reino de los Cielos. Él advierte que nuestra justicia debe de sobrepasar la justicia de los escribas y fariseos, o el infierno será nuestro destino. En este sermón tan importante, Jesús revela que sus seguidores deben de poseer una santidad progresiva que se manifiesta en sus acciones.
El sermón más grande de salvación de Jesús continúa Los cristianos no están “bajo la ley de Moisés”, pero están definitivamente “bajo la ley de Cristo”. Jesús continua exponiendo su ley en el Sermón del Monte.
La santificación: Santidad progresiva La salvación comienza con el arrepentimiento y continua con un progresivo arrepentimiento cuando fallamos. Esto se conoce como el proceso de santificación. Los verdaderos creyentes están “sedientos y hambrientos por la justicia” y esta hambre es evidente al disciplinarse a sí mismo con el propósito de la santidad. Este capitulo expone cada mandamiento que Jesús nos dio para obedecer.
La lucha contra el pecado Nosotros crecemos en santidad cuando cooperamos, como un acto de nuestra propia voluntad, con la presencia del Espíritu Santo.
Cuidado con los falsos maestros Jesús nos advirtió acerca de las características de los falsos maestros cuando ellos menosprecian la importancia de la santidad. Jesús nos dijo que observáramos la conducta de los líderes espirituales que están frente a nosotros para conocer si éstos son lobos con piel de ovejas.
La seguridad de la salvación Es posible tener la seguridad de nuestra verdadera salvación ahora mismo, y la primera epístola de Juan, nos habla de tres pruebas por las cuales podemos asegurar y determinar esto. Él dice claramente que la salvación es en definitivo una unión entre la obediencia al Señor y la certeza de poseer nuestra salvación.
Avivamiento, ¿cuándo? Este capítulo final es un lloro apasionado para que la iglesia regrese al evangelio bíblico, el cual llama a la gente a tener una fe viva que verdaderamente salva. Únicamente cuando la iglesia vuelva a retomar el evangelio de Jesús y sus apóstoles, habrá esperanza de un verdadero avivamiento.