Bezalel y Aholiab
(Éx 35:30—36.1)
31
1 El SEÑOR le dijo a Moisés: 2 «Mira, elegí a Bezalel, hijo de Uri y nieto de Jur, de la tribu de Judá. 3 Lo voy a llenar con el Espíritu de Dios, con sabiduría, inteligencia y aptitud para realizar todo tipo de trabajo, 4 diseñar, trabajar con oro, plata y bronce, 5 cortar y colocar piedras preciosas, trabajar con madera y hacer toda clase de obra artística. 6 Le he dado como ayudante a Aholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan. También les he dado aptitud a todos los hombres hábiles para que se encarguen de hacer el trabajo que yo te ordené:
7 la carpa del encuentro,
el cofre del pacto,
la tapa del cofre;
y todos los accesorios de la carpa del encuentro;
8 la mesa y todos sus utensilios;
el candelabro con todos sus accesorios;
el altar para quemar incienso;
9 el altar para los sacrificios que deben quemarse completamente y sus utensilios;
el lavamanos con su base;
10 la ropa tejida del sacerdote Aarón y la ropa tejida de sus hijos para cuando me sirvan como sacerdotes;
11 el aceite aromático de consagrar
y el incienso aromático para el Lugar Santo.
Esos trabajadores harán todo esto tal y como te lo ordené».
El día de descanso
12 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: 13 «Dile al pueblo de Israel: “Cumplirán mis normas respetando el día de descanso ya que será una señal entre ustedes y yo, de generación en generación. Así sabrán que yo soy el SEÑOR, el que los santifica.
14 »”Respetarán el día de descanso porque es un día sagrado para ustedes. Condenarán a muerte al que no respete el día de descanso. Si alguien trabaja ese día, lo eliminarán de entre su pueblo. 15 Se trabajará durante seis días, pero el séptimo día es el día sagrado de descanso, el día sagrado del SEÑOR. El que trabaje el día de descanso será ejecutado. 16 El pueblo de Israel respetará el día de descanso y seguirá cumpliéndolo de generación en generación. Es un pacto eterno. 17 Será una señal permanente entre el pueblo de Israel y yo. El SEÑOR trabajó durante seis días para hacer el cielo y la tierra, pero en el séptimo día dejó de trabajar y descansó”».
18 Cuando Dios terminó de hablarle a Moisés en el monte Sinaí, le entregó las dos tablas del Testimonio; las tablas escritas por el dedo de Dios.