Entréguense a Dios
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¿De dónde vienen todos los conflictos y peleas que hay entre ustedes? Vienen de ustedes mismos, de sus deseos egoístas que siempre están librando una guerra en su interior. Ustedes desean las cosas pero no las consiguen. Su envidia puede llegar hasta el extremo de matar y aun así no consiguen lo que quieren. Por eso discuten y pelean. No consiguen lo que quieren porque no se lo piden a Dios. Y cuando le piden a Dios no reciben nada porque la razón por la que piden es mala, para poder gastar en sus propios placeres.
¡Gente infiel! ¿No saben que amar al mundo es lo mismo que odiar a Dios? El que quiera convertirse en amigo del mundo se convierte en enemigo de Dios. ¿Creen que es en vano lo que dice la Escritura? Pues da a entender que el espíritu humano que él puso en nosotros tiende hacia los malos deseos.* el espíritu […] deseos o Dios amo celosamente al espíritu que puso en nosotros o el espíritu que él nos dio está lleno de envidia. Ver Éx 20:5. Pero el generoso amor que Dios nos da es aún más fuerte, por eso la Escritura dice:
«Dios rechaza a los orgullosos,
pero es bueno con los humildes».+ Cita de Pr 3:34.
Así que, entréguense a Dios, resistan al diablo y el diablo huirá de ustedes. Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. Quiten el pecado de su vida pecadores. Concentren su mente en Dios, ustedes que quieren seguir a Dios y al mundo. Quiten […] al mundo Textualmente Lávense las manos, pecadores; y purifiquen sus corazones, los de doble ánimo. Laméntense, pónganse tristes y lloren. Que su risa se convierta en llanto y su felicidad en tristeza. 10 Humíllense ante el Señor y él les dará honra.
11 Hermanos, no sigan hablando mal los unos de los otros. El que habla en contra de su hermano o quien juzga a su hermano está hablando en contra de la ley y está juzgando a la ley. Si tú juzgas a la ley, no estás siguiendo lo que ella dice y te conviertes en juez. 12 Solamente Dios es el dador de la ley y él es el juez; así que, ¿quién te crees que eres para juzgar a los demás?
No planeen orgullosamente su vida
13 Oigan ustedes, los que dicen: «Hoy o mañana viajaremos a esta u otra ciudad y estaremos allí un año, y haremos negocios y ganaremos mucho dinero». 14 Ustedes ni siquiera saben qué va a pasar con su vida el día de mañana, porque ustedes son como vapor que aparece sólo por un momento y después desaparece. 15 Por el contrario, siempre deberían decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello». 16 Pero ahora ustedes se sienten orgullosos y son arrogantes; todo ese orgullo es malo. 17 Si uno sabe hacer el bien y no lo hace, está pecando.