SALMO
Cantemos con alegría 
1 ¡Vengan, cantemos con alegría al SEÑOR! 
Alabemos a nuestra roca, al que nos salva. 
2 Vayamos a su encuentro con canciones de agradecimiento; 
démosle honra con alegres canciones de alabanza. 
3 Porque el SEÑOR es gran Dios, 
el gran Rey que gobierna a todos los dioses. 
4 Las profundidades de la tierra 
y las alturas de los montes le pertenecen. 
5 El mar le pertenece, pues él lo creó; 
hizo la tierra con sus propias manos. 
6 Vengan, postrémonos, inclinémonos; 
arrodillémonos ante el SEÑOR, nuestro Creador. 
7 Él es nuestro Dios, 
y nosotros somos el pueblo de su prado, 
el rebaño que él cuida. 
Si oyen hoy su voz, escuchen: 
8 «No sean tercos como lo fueron 
en Meribá y en Masá,* Meribá, Masá Ver Éx 17:1–7. en el desierto, 
9 cuando sus antepasados me pusieron a prueba. 
Lo hicieron, aunque habían visto mis obras. 
10 Estuve disgustado con esa generación por cuarenta años. 
De ellos dije: “Son un pueblo que no es leal. 
No tiene en cuenta los caminos que trazo con mis enseñanzas”. 
11 Así que me enojé con ellos 
y juré que nunca entrarían al lugar de mi reposo». 
