El Señor quiere bondad y compasión 
7
1 El mes noveno, que es el mes de quisleu, del cuarto año* cuarto año 518 a. C. aproximadamente. de Darío como rey de Persia, Zacarías recibió otro mensaje del SEÑOR. 2 El pueblo de Betel había enviado a Sarézer, Reguen Mélec y a sus hombres a pedirle ayuda al SEÑOR. 3 Ellos preguntaron a los sacerdotes del templo del SEÑOR y a los profetas: «¿Debemos seguir llorando y ayunando durante el quinto mes del año como lo hemos hecho desde hace mucho tiempo?» 
4 Entonces recibí otro mensaje del SEÑOR Todopoderoso: 
5 «Diles lo siguiente a toda la gente de la tierra 
y a los sacerdotes: 
“Cuando ustedes ayunan y hacen lamentación 
en el quinto y séptimo mes del año 
como lo han hecho por setenta años, 
en realidad no lo hacen por mí. 
6 ¿No es cierto que cuando comen y beben 
lo hacen para su propia satisfacción? 
7 ¿No es esto lo mismo que el SEÑOR dijo 
por medio de los primeros profetas? 
¿No dijo lo mismo cuando Jerusalén 
y los pueblos de alrededor estaban habitados y seguros 
y cuando aún vivía gente en el Néguev y en la Sefelá?”» 
8 Este es el mensaje que el SEÑOR le dio a Zacarías: 
9 «Así dice el SEÑOR Todopoderoso: 
Practiquen la justicia, 
y sean verdaderamente justos. 
Que haya bondad y compasión entre ustedes. 
10 No traten mal a las viudas ni a los huérfanos, 
ni a los inmigrantes ni a los pobres. 
No planeen en su corazón 
hacerles mal a los demás». 
11 Pero ellos no quisieron prestar atención, dieron la espalda y se negaron a escuchar. 12 Endurecieron su corazón y no quisieron escuchar a los primeros profetas que les llevaban la ley y las enseñanzas del SEÑOR Todopoderoso. El SEÑOR Todopoderoso se enojó mucho. 13 Por eso, él dijo: «Ellos no quisieron escucharme cuando yo los llamé. Así que yo tampoco los escucharé cuando me pidan ayuda, dice el SEÑOR Todopoderoso. 14 Los enviaré a naciones que ni siquiera conocen. Su tierra quedará destruida y ya nadie pasará por allí. Esta rica tierra quedará convertida en ruinas». 
