Lo más seguro es que la mayoría de los pastores que están leyendo esto, trabajan dentro de las estructuras de iglesias institucionales y tal vez tú, querido lector, eres uno de ellos. Si algo de lo que he escrito ha tocado algo dentro de ti, que te haga desear trabajar en una iglesia en casa entonces ya te estarás preguntando cómo puedes hacer esta transición. Déjame motivarte para que tomes tu tiempo. Comienza enseñando la verdad bíblica y haciendo lo que sea posible dentro de la estructura de tu institución para hacer discípulos que obedezcan los mandamientos de Jesús. Los verdaderos discípulos estarán más dispuestos a hacer la transición para una iglesia más bíblica en cuanto vayan comprendiendo. Los cabritos y los religiosos son mucho más propensos a resistir cualquier cambio.
Segundo, estudia lo que la Escritura dice acerca de las estructuras de las iglesias en las casas y sus bendiciones con el objetivo de enseñar a tu congregación acerca de ello. Eventualmente tú puedes cancelar el culto de entre semana y el del domingo en la noche para comenzar reuniones de células en las casas supervisadas por creyentes maduros. Motive a todos los miembros a asistir a estas reuniones. Gradualmente, permita que las reuniones sigan el formato del modelo bíblico de las iglesias en las casas tan fielmente como sea posible. Después, permita que la gente disfrute plenamente de las bendiciones de sus grupos pequeños.
Una vez que todos estén disfrutando de sus reuniones en las casas, usted podrá anunciar en un determinado domingo que a partir del próximo mes habrá “Domingo de la iglesia primitiva”. Este domingo, el edificio de la iglesia estará cerrado y todos se dirigirán a sus casas para reunirse como lo hizo la iglesia primitiva, disfrutando de cenas todos juntos, La Cena del Señor, compañerismo, oración, adoración, enseñanza y dones del Espíritu. Si esto tiene éxito, puedes empezar a hacer estas reuniones un domingo al mes, y eventualmente dos al mes y luego tres domingos. Eventualmente, puedes motivar a cada grupo a independizarse y a ser una iglesia casera independiente, libre para crecer y multiplicarse y quizá, reunirse todos juntos una vez cada dos meses para una gran reunión.
Todo este proceso de transición del que estoy hablando puede tomar de uno a dos años.
O si quieres ir con más precaución, puedes comenzar con una sola reunión en una casa con los miembros que estén más interesados en esto y tú serás el líder de esa reunión. (Recuerda, las reuniones en las casas no tienen que ser el domingo en la mañana). Puede ser presentado como un experimento y ciertamente será una experiencia de aprendizaje para todos.
Si tiene éxito, nombra un supervisor y deja que este grupo sea una iglesia independiente que sólo se reunirá con la iglesia institucional una vez al mes. De esta forma la nueva iglesia seguirá siendo parte de la iglesia madre y no habrá rechazo por parte de algunos miembros de la iglesia institucional. Esto también ayudará a influenciar a las otras personas dentro de la congregación a que sean parte de una iglesia en casa establecida por la iglesia institucional.
Si el primer grupo crece, ora al Señor y divídelo de modo que ambos grupos tengan buenos líderes y suficientes dones dentro de sus miembros. Los grupos se pueden reunir en ocasiones cuando así lo acuerden, posiblemente una vez por mes o una vez cada tres meses.
Cualquiera que sea el camino que tomes, fija tus ojos en la meta a pesar de que haya decepciones, de las cuales es probable que haya unas cuantas. Las iglesias en las casas consisten de gente y la gente causa problemas. No te des por vencido.
Es claramente improbable que todos los miembros de tu congregación estén dispuestos a hacer esta transición, así que tú tendrás que decidir en qué momento personalmente empezarás a dedicarte por completo a una iglesia casera o a un grupo de iglesias en las casas, dejando la institución atrás. Este será un día muy importante para ti.