Un Punto de Vista Diferente

(A Different View)

Por supuesto que Dios ve las cosas diferente. Él nunca estipuló el verdadero significado de la “indecencia” mencionada en Deuteronomio 24:1-4 o si ésta era una razón legítima para divorciarse. De hecho, el pasaje no dice nada en relación a cuando el divorcio es legítimo y cuando no lo es. Éste solamente contiene una prohibición en contra de la mujer casada una o dos veces, o que quedó viuda (de un segundo marido) de casarse de nuevo con su primer marido. Para decir que hay cierta “indecencia” ante los ojos de Dios como para tener un divorcio legítimo basado en estos pasajes, sería forzar o aumentar el significado de este texto.

De cualquier manera, en la mente de Dios, el hombre imaginario que yo acabo de describir es igual a cualquier adúltero. Él ha quebrantado el sétimo mandamiento. De hecho, es más culpable que cualquier otro adúltero, porque su culpa se debe a su “doble adulterio”. ¿Cómo es esto? Primero, él mismo ha cometido adulterio. Jesús dijo, “cualquiera que repudie a su mujer, salvo por causa de inmoralidad sexual, y se casa con otra, adultera” (Mateo 19:9).

Segundo, su esposa, ahora divorciada, necesita buscar otro esposo para sobrevivir. En la mente de Dios, el fariseo ha hecho lo equivalente a forzar a su esposa a tener sexo con otro hombre. Por esto, él también es culpable por el “adulterio” de ella.[1] Jesús dijo, “el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere” (Mateo 5:32, énfasis agregado).

Jesús tal vez podría culpar a nuestro lujurioso fariseo con “adulterio triple” con su declaración, “y el que se casa con la repudiada comete adulterio” (Mateo 5:32), esto quiere decir que Dios también toma en cuenta como “adulterio” el hecho de que la divorciada se case con un nuevo marido.[2]

Esto era un tema muy popular en los días de Jesús, cuando también leemos en otro lugar donde los fariseos le preguntaban a Jesús, “¿Está permitido al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?” (Mateo 19:3).

Su pregunta deja ver sus corazones. Ciertamente, por lo menos algunos de ellos querían creer que el divorcio era legítimo por cualquier causa.

Debo agregar que es una vergüenza cuando los cristianos toman estas mismas escrituras acerca del divorcio, las malinterpretan, y ponen estorbo a los hijos de Dios. Jesús no estaba hablando acerca del cristiano que era divorciado cuando aún no era salvo, y que al encontrar a una pareja maravillosa que cree en Jesús decide casarse con esta persona. Esto no es equivalente a adulterio. Si esto fuera lo que Jesús quiso decir, tendríamos que cambiar el evangelio, porque ya no proveería perdón para todos los pecados de los pecadores. Hoy en día oímos a muchos predicar, “Jesús murió por ti, y si tú te arrepientes y crees en Él, todos tus pecados serán perdonados. Sin embargo, si tú has sido divorciado, asegúrate de que no te casarás de nuevo porque estarías cometiendo “adulterio” y la Biblia dice que los adúlteros irán al infierno. También si tú eres casado por segunda vez, antes de venir a Cristo, tú tienes que cometer un pecado más y divorciarte de tu actual esposa. De otra forma, continuarías viviendo en adulterio y los adúlteros no son salvos.”[3] ¿Es éste el evangelio?[4]


[1] Por supuesto que Dios no piensa que ella adultera cuando se casa de nuevo; ella solamente fue víctima del pecado de su esposo. Obviamente, las palabras de Jesús no tendrían sentido hasta que ella se case de nuevo. De otra forma, no habría sentido para que también ella fuera considerada una adúltera.

[2] De nuevo, no piensa que el nuevo marido adultera. Él está haciendo algo virtuoso al casarse y ayudar a una mujer divorciada. Sin embargo, si un hombre motiva a una mujer a que se divorcie de su marido y así él podrá casarse con ella, entonces él sería culpable de adulterio, y éste quizás era el pecado que aquí Jesús tenía en mente.

[3] Por supuesto que existen otras situaciones donde se puede hablar de esto. Por ejemplo, la mujer cristiana que se divorcia debido a que su esposo no cristiano le da carta de divorcio. Ciertamente ella no es culpable de adulterio si se casa de nuevo con un hombre cristiano.

[4] En un próximo capítulo acerca del divorcio y del hecho de casarse por segunda vez, hablaré con más detalle acerca de este tema.