El Rescate por Nuestra Cautividad

(The Ransom for Our Captivity)

Sin embargo, podemos agradecer a Dios pues Él tiene misericordia de la humanidad, y debido a esto, nadie tiene que permanecer en esta situación tan triste. Ya que la muerte expiatoria de Jesús satisfizo los requerimientos de la justicia divina, todos los que creen en Cristo pueden escapar de la muerte espiritual y de la cautividad de Satanás, porque ya no estarán más bajo la ira de Dios. Cuando creemos en el Señor Jesús, el Espíritu Santo viene a nuestros espíritus y destruye la naturaleza de Satanás, haciendo que nuestros espíritus nazcan de nuevo (ver Juan 3:1-16) y nos permite ser partícipes de la naturaleza divina de Dios (ver 2 Pedro 1:4).

Ahora, de vuelta a nuestra pregunta, cuando el escritor de Hebreos dijo que Jesús a través de su muerte “destruyó al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, quiso decir que el poder de la muerte espiritual, que por Satanás está en cada persona inconversa, ya no opera en aquellos que están “en Cristo”. Vivimos espiritualmente porque Cristo pagó la pena por nosotros.

Además, debido a que ya no estamos espiritualmente muertos y no estamos bajo el dominio de Satanás, no tenemos que temer a la muerte física, pues sabemos que nos espera, una gloriosa herencia eterna.

Finalmente, por la obra de Jesús en la cruz, somos libres del sufrimiento de la segunda muerte y no seremos arrojados al lago de fuego.

¿Venció Jesús al diablo en la cruz? No, no lo hizo, porque no hubo ninguna batalla entre Jesús y Satanás, sin embargo, destruyó el poder de Satanás sobre la muerte espiritual, con la cual el diablo mantiene cautivos en pecado a los que no son salvos. Satanás todavía tiene el poder de la muerte espiritual sobre los no salvos, pero no sobre los que están en Cristo; Satanás no tiene poder sobre ellos.