La Fe es la clave

(Faith is the Key)

Conocer la Palabra de Dios no es suficiente para ganar la Guerra espiritual. La clave es creer verdaderamente lo que Dios ha dicho. Esto es cierto con respecto a resistir al diablo y sacar fuera demonios. Por ejemplo, consideremos de nuevo un ejemplo que vimos antes, cuando Jesús le dijo a sus discípulos, “les doy autoridad sobre los espíritus impuros, para que los echen fuera” (Mateo 10:1). Pero siete capítulos más adelante los encontramos incapaces de sacar fuera un demonio de un muchacho epiléptico.[1] Cuando Jesús se enteró del fracaso de los discípulos, se lamentó:

“Generación incrédula y perversa, ¿Hasta cuando he de estar con vosotros? ¿Hasta cuando os he de soportar?” (Mateo 17:17, énfasis agregado)

Fue su incredulidad lo que molestó a Jesús. Además, cuando sus discípulos le preguntaron por qué habían fallado, Jesús les respondió, “debido a su falta de fe” (Mateo 17:20). Por esto vemos que su autoridad para sacar fuera demonios no funcionó debido a su poca fe.

Nuestro éxito en sacar fuera demonios y resistir al diablo depende de nuestra fe en la Palabra de Dios. Si realmente creemos lo que Dios ha dicho, entonces hablaremos y actuaremos como Él. Los perros persiguen a la gente que huye de ellos, y es lo mismo con el diablo. Si corres, el diablo te perseguirá. Sin embargo, si te mantienes firme en la fe, el diablo huirá de ti (ver Santiago 4:7).

No hay duda de que la falta de fe de los apóstoles habría sido muy evidente ante cualquier persona que los observara, pues trataron y fracasaron, al tratar de liberar al muchacho del demonio. Si ese demonio hizo en frente de los discípulos lo que hizo con Jesús (darle al muchacho una “violenta convulsión”, ver Lucas 9:42, y botar espuma por la boca, ver Marcos 9:20) es posible que la fe de los discípulos se hubiera convertido en miedo. Tal vez estaban paralizados por lo que veían.

Sin embargo, el que tiene fe no se asusta por lo que ve, sino que es movido por lo que Dios dice. “porque por fe andamos, no por vista” (2 Corintios 5:7, énfasis agregado). Dios no puede mentir (ver Tito 1:2), aún si nuestras circunstancias contradicen lo que Dios dijo, debemos permanecer en la fe.

Note que Jesús liberó al muchacho en pocos segundos. Lo hizo con fe. No perdió su tiempo en una “sesión de liberación”. Aquellos que tienen fe en la autoridad que Dios les ha dado no necesitan pasar horas sacando fuera a un demonio.

Además, no encontramos en ninguna parte a Jesús gritándole a un demonio. Aquellos que tienen fe, no necesitan gritar. Jesús no repetía varias veces la misma frase para sacar fuera un demonio. Una orden era suficiente. Una segunda orden hubiera sido señal de duda.


 

[1] Debemos ser muy cautelosos al asumir que toda epilepsia es causada por un espíritu maligno.