El apóstol Juan también escribió acerca de la guerra espiritual en su primera epístola, ¿Nos dijo Juan que debíamos ir a lugares altos para derribar fortalezas del diablo? No, ¿Nos dijo que echáramos fuera a los demonios de ira cuando los cristianos se enojaban? No.
Al contrario, Juan, como Pedro y Santiago, solo creía en la guerra espiritual bíblica, y sus instrucciones eran las mismas:
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced al Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne , es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios y este es el espíritu del anticristo; el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. Hijitos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan de las cosas del mundo y el mundo los oye. Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error” (1 Juan 4:1-6).
Note que toda la discusión de Juan se refiere a las mentiras de Satanás y las verdades de Dios. Debemos probar los espíritus para ver si son de Dios, y la prueba se basa en la verdad. Los espíritus malignos no admitirán que Jesús vino en carne, pues son mentirosos.
Juan también nos dijo que debemos vencer a los espíritus malos. Esto quiere decir que como ciudadanos del reino de la luz, ya no estamos más bajo su dominio. Jesús, el mayor de todos, vive en nosotros. Los que tienen a Cristo en ellos, no deben temer a los demonios.
Juan también dijo que el mundo escucha a los espíritus malignos, lo que indica que estos espíritus hablan. Sabemos que no hablan audiblemente, pero están plantando mentiras en la mente de las personas.
Como seguidores de Cristo, no debemos escuchar las mentiras de estos espíritus, y Juan dice que aquellos que conocen a Dios nos oyen porque saben que nosotros tenemos la verdad; tenemos la Palabra de Dios.
De nuevo, note que la estrategia de Satanás es persuadir a la gente para que crea sus mentiras. Satanás no puede derrotarnos si conocemos y creemos en la verdad. De eso se trata la verdadera guerra espiritual bíblica.