El apóstol Santiago también mencionó algo acerca de la guerra espiritual en su epístola. ¿Le dijo Santiago a los cristianos que sus oraciones podían determinar el resultado de las batallas angélicas? No, ¿Les dijo a los cristianos que derribaran espíritus de lujuria, apatía, y borrachera sobre las ciudades? No, ¿Le dijo que estudiaran la historia de sus ciudades para que pudieran determinar qué clase de espíritus malvados han estado desde el principio? No.
Santiago creía en la guerra espiritual bíblica, y por esto escribió:
“Someteos, pues a Dios, resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7, énfasis agregado).
Note una vez más que los cristianos están a la defensiva, nosotros resistimos, no atacamos. Cuando lo hacemos, Santiago nos promete que Satanás huirá. No hay razón para que él se quede cerca de un cristiano que no es seducido por sus mentiras, sugerencias y que no cede a sus tentaciones.
Note también que Santiago primeramente nos instruyó para que nos sometiéramos a Dios y a su Palabra. Nuestra resistencia ante Satanás se consolida al someternos a la Palabra de Dios.