Llevando fruto

(Bearing Fruit)

Tal vez la peor interpretación que yo he escuchado acerca de las parábolas de Cristo, fue la explicación de cierto predicador acerca de la parábola del trigo y la cizaña. Primero leamos esta parábola:

“Les refirió otra parábola, diciendo: “El Reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando broto la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. Fueron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo, pues, tiene cizaña?”. Él les dijo: “Un enemigo ha hecho esto”. Y los siervos le dijeron: “¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?”. Él les dijo: “No, no sea que al arrancar la cizaña arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega, y al tiempo de la siega, yo diré a los segadores: ‘Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero’ ” (Mateo 13:24-30).

Ahora, ésta es la explicación de un cierto predicador:

“Es un hecho que cuando el trigo y la cizaña brotan, son totalmente idénticos. Nadie puede decir si es trigo o cizaña. Esto es igual al mundo hoy en día o aún dentro de la iglesia. Nadie puede decir quienes son los verdaderos cristianos y quienes los inconversos. No se pueden identificar por el estilo de vida que tienen, ya que muchos cristianos no obedecen a Cristo, igual que lo hacen los no creyentes. Solamente Dios conoce sus corazones y Él los seleccionará cuando llegue el final”.

¡Por supuesto que este no es el punto principal de la parábola del trigo y la cizaña! En realidad, esto enseña que los creyentes si son verdaderamente muy distinguibles de los no creyentes. Nótese que los siervos se dieron cuenta de que la cizaña había sido plantada cuando brotó la hierba (ver verso 26). La cizaña no lleva ningún fruto, y es por esto que la cizaña se puede identificar tan fácilmente. Yo pienso que esto puede significar que Jesús escogió la cizaña sin fruto para representar al malvado que será apartado al final y será arrojado al infierno.

Los puntos principales de esta parábola pueden ser estos: el verdadero creyente salvo lleva fruto; el que no es salvo y no cree no lleva fruto. Aunque todavía Dios no está juzgando a los malvados que están viviendo junto con los salvos, algún día, Él los separará de los justos y serán arrojados al infierno.

De hecho, Jesús dio una explicación de esta parábola en particular, así que no hay necesidad de que ningún predicador busque otro significado más allá de lo que Él explicó:

“El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre. El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino, y la cizaña son los hijos del malo. El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. De manera que, así como se arranca la cizaña y se quema en el fuego, así será en el fin de este mundo. Enviará el Hijo del hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo y a los que hacen maldad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga”. (Mateo 13:37-43).