Permanecer Listo

(Remaining Ready)

Aquí hay otra parábola familiar de Jesús, la parábola de las diez vírgenes:

“Entonces el reino de los cielos será semejante a Diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; pero las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Como el novio tardaba, cabecearon y todas se durmieron. Y a la media noche se oyó un clamor: “¡Aquí viene el novio, salid a recibirlo!”. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan”, pero las prudentes respondieron diciendo: “para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden y comprad para vosotras mismas”. Pero mientras ellas iban a comprar, llegó el novio; y las que estaban preparadas entraron con él a la boda, y se cerró la puerta. Después llegaron también las otras vírgenes, diciendo: “¡Señor, Señor, ábrenos!”. Pero él, respondiendo, dijo: “de cierto os digo que no os conozco”. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir.” (Mateo 25:1-13).

¿Cuál es la lección principal de esta parábola? Se encuentra en la oración final: permanece listo para el regreso del Señor, porque Él puede tardar más de lo que esperas. De esto se trata.

Como lo mencioné en mi capítulo anterior, Jesús habló esta parábola a varios de sus discípulos más cercanos (ver Mateo 24:3; Marcos 13:3), los cuales obviamente eran obedientes y le siguieron en ese tiempo. Así que, claramente esta parábola expone que era posible que Pedro, Juan, Santiago y Andrés no estuvieran listos para el retorno de Jesús. Y por esto es que Jesús les da la advertencia. Como vemos, estas parábolas enseñan que existe una posibilidad para aquellos que en la actualidad estén listos para el retorno de Jesús, de que no estén listos para cuando Él vuelva. Todas las diez vírgenes estaban listas al principio, pero cinco no estuvieron listas al final. Si el novio hubiera regresado más temprano, tal vez todas las diez vírgenes hubieran tenido la oportunidad de entrar a las bodas.

Pero, ¿cual es el significado de que hubiera cinco vírgenes prudentes y cinco vírgenes insensatas? ¿Prueba esto que solamente la mitad de los cristianos de hoy en día estarían listos cuando Cristo vuelva? No.

¿Cuál es el significado del aceite? ¿Representa éste al Espíritu Santo? No. ¿Nos revela esto que sólo los que han sido bautizados en el Espíritu Santo entrarán al Reino de los cielos? No.

¿El retorno del novio a la media noche implica que Jesús regresará a la media noche? No.

¿Por qué el novio no pidió a las vírgenes prudentes que identificaran a sus amigas insensatas en la puerta? Si el novio hubiera pedido a las vírgenes prudentes que identificaran a las insensatas, se hubiera arruinado el motivo principal de esta parábola, pues las insensatas hubieran entrado a las bodas.

Tal vez, se podría decir que así como las vírgenes insensatas, al no tener más luz, se fueron a dormir, así también los creyentes insensatos empiezan a caminar en tinieblas y se duermen espiritualmente, lo cual, al final les lleva a condenación. Tal vez, una analogía puede encontrarse entre la boda de esta parábola y las futuras bodas del Cordero, pero esto es todo lo que se puede decir de esta parábola para no forzar su significado o sus detalles varios.