La Culpa de los Incrédulos

(The Guilt of the Unbelieving)

Una prueba más acerca de que Dios hace a la gente sentirse culpable aunque nunca hayan escuchado a un evangelista cristiano, es el hecho de que Dios los juzga activamente. Si Dios no los responsabilizara por sus pecados, no los castigaría. Sin embargo, debido a que Dios los castiga podemos asegurar que Él los considera culpables, y si eso es así, estas personas deben saber que lo que hacen no complace a Dios.

Una manera en que Dios castiga a aquellos que se resisten a su llamado de arrepentimiento es “entregándolos” a sus deseos pecaminosos con lo cual se convierten en esclavos de su pecado y su degradación es más profunda. Pablo escribió:

“Ya que habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias. Al contrario, se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Pretendiendo ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la imagen de Dios incorruptible por la imagen de hombres corruptibles, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

Por lo cual, también los entregó a la inmundicia, en los apetitos de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

Por eso, Dios los entregó a pasiones vergonzosas, pues aun sus mujeres cambiaron sus relaciones naturales por las que van contra la naturaleza. Del mismo modo también los hombres, dejando la relación natural con la mujer, se encendieron en lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.

Como ellos no quisieron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para hacer cosas que no deben hacer. Están atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y perversidades. Son murmuradores, calumniadores, enemigos de Dios, injuriosos, soberbios, vanidosos, inventores de maldad, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia. Esos, aunque conocen el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo hacen, sino que también se complacen con los que las practican” (Romanos 1:21-32, énfasis agregado).

Note como Pablo enfatizó el hecho de la culpa humana y de la responsabilidad ante Dios. Los no regenerados “conocieron a Dios”, pero “no lo honraron como a Dios, ni le dieron gracias”. “Cambiaron la verdad de Dios por la mentira” así que ellos conocían la verdad de Dios. Por esto Dios “los entregó” a una degradación tal que llegaron a hacer las cosas más pervertidas y antinaturales, en tanto se esclavizaban más al pecado. De hecho Dios dice, “¿así que quieres servir al pecado y no a mí? Entonces vete. No te detendré, y te volverás progresivamente más esclavo del dios al que amas”.

Supongo que uno debe considerar esta forma de juicio como una indicación de la misericordia de Dios, pues, las personas, al hacerse más esclavas del pecado, se darán cuenta de su error y despertarán. Uno se pregunta por qué los homosexuales no se preguntan a sí mismos, “¿por qué me siento sexualmente atraído a personas de mi mismo sexo con los cuales no puedo tener un relación sexual completa?” Esto es muy raro. En un sentido se puede discutir que Dios verdaderamente permitió que fueran de esa forma (como ellos mismos a menudo argumentan para justificar su perversión), pero sólo en un sentido permisivo, y sólo debido a que Él espera que despierten para que se arrepientan y reciban su maravillosa misericordia.

No sólo los homosexuales deben hacerse esta pregunta. Pablo habló de numerosos pecados que esclavizan a la gente y que son evidencia del juicio de Dios en aquellos que se niegan a servirle. Millones de personas deben cuestionar su comportamiento extraño. “¿Por qué odio a mi propia familia? ¿Por qué encuentro satisfacción en la murmuración? ¿Por qué nunca estoy satisfecho con lo que tengo? ¿Por qué me siento atraído a mirar pornografía cada vez más explícita?” Dios los ha entregado para que sean esclavos de su dios.

Por supuesto, que cualquiera en cualquier punto puede suavizar su corazón, arrepentirse y creer en Jesús. Algunos de los pecadores más duros en la tierra lo han hecho, y Dios los ha limpiado y liberado de sus pecados. Mientras que la gente respire, Dios todavía les da la oportunidad de arrepentirse.