Principio #3

(Principle #3)

Los principios considerados anteriormente en este capítulo también nos ayudan a entender mejor cómo Dios ve a la gente que sigue falsas religiones. ¿Son ellos gente ignorante de la cual hay que tener lástima pues nunca han escuchado la verdad? ¿Se debe culpar a la iglesia por no evangelizar correctamente?

No, esta gente no es ignorante de la verdad. Puede que no sepan todo lo que los cristianos que leen la Biblia saben, pero saben todo lo que Dios les ha estado revelando a través de su creación, su conciencia y las calamidades. Esta es gente a quien Dios ha estado llamando al arrepentimiento toda su vida, aun si nunca han visto a un cristiano o escuchado el evangelio. Además, ellos han suavizado su corazón o endurecido su corazón hacia Dios.

Pablo escribió de la ignorancia de los incrédulos y reveló la razón de su ignorancia:

“Esto, pues digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón. Estos, después de que perdieron toda sensibilidad se entregaron al libertinaje para cometer con avidez toda clase de impureza” (Efesios 4:17-19).

Note que la razón por la que los gentiles eran ignorantes era “por la dureza de su corazón”. Pablo también declaró que ellos se habían vuelto “insensibles”. Por supuesto, él hablaba de la condición de sus corazones. Los callos se desarrollan en las manos de la gente por el contacto con sustancias abrasivas que endurecen la piel suave. La piel con callos se hace menos sensible. De igual manera, mientras la gente siga resistiendo a Dios y a su llamado a través de la creación, la conciencia y las calamidades, sus corazones se encallecen, y estos callos los harán progresivamente menos sensibles al llamado divino. Por esto, las estadísticas indican que las personas se hacen menos receptivas cuando envejecen. La persona avanzada de edad tendrá más dificultad en arrepentirse. Los evangelistas sabios alcanzarán mayormente a la gente joven.