Finalmente, Jesús llama bienaventurados a aquellos que son perseguidos por causa de la justicia. Por supuesto, Él estaba hablando de gente que vivía en justicia, no sólo que creían que la justicia de Dios había sido impuesta a ellos. Aquellos que obedecen los mandamientos de Cristo son perseguidos por los no creyentes y, además, heredarán el reino de Dios.
¿De qué clase de persecución estaba hablando Jesús? ¿Tortura? ¿Martirio? No, específicamente hablaba de ser insultado y criticado por la causa de Jesús. De nuevo, esto indica que cuando una persona es un verdadero cristiano, los no creyentes lo notarán con facilidad, y dirán malas cosas en su contra. ¿Cuántos que se llaman a sí mismos cristianos no se distinguen de los no creyentes y es por ello que ningún inconverso habla en su contra? Realmente no son cristianos. Como dijo Jesús, “¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, porque así hacían sus padres con los falsos profetas” (Lucas 6:26). Cuando todos los hombres hablan bien de ti, esto puede ser una señal de que eres un falso creyente. El mundo odia a los verdaderos cristianos (ver también, Juan 15:18-21; Gálatas 4:29; 2 Timoteo 3:12; 1 Juan 3:13-14).