Ahora llegamos a un verso que debe ser considerado como una declaración que resume prácticamente todo lo que Jesús ha dicho hasta este punto. Muchos comentaristas se pierden de esto, pero es muy importante que no lo perdamos de vista. Este verso en particular es en realidad una declaración que resume, pues comienza con las palabras “así que”. Está, por lo tanto, unido a las instrucciones previas, y la pregunta es: ¿Cuánto se resume aquí de lo que Jesús ha dicho? Leámoslo y pensemos:
“Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, pues esto es la ley y los profetas” (Mateo 7:12).
Este verso no puede ser un resumen de sólo los versos anteriores concernientes a la oración; de otro modo, no tendría sentido.
Recuerda que al principio de su sermón, Jesús había advertido acerca del error de pensar que Él había venido a abolir la ley y los profetas (ver Mateo 5:17).
Desde ese punto del sermón hasta donde estamos ahora, Jesús lo único que hizo fue apoyar y explicar los mandamientos divinos del Antiguo Testamento. Así, ahora Él resume todas las cosas que Él mandó, las cuales se derivan de la ley y los profetas: “Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, pues esto es la ley y los profetas” (7:12). La frase, “la ley y los profetas” conecta todo lo que Jesús dijo entre Mateo 5:17 y 7:12.
Ahora, cuando Jesús comienza la conclusión de su sermón, Él reitera el tema principal una vez más, sólo los santos heredan el Reino de Dios:
“entrad por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; pero angosta es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” ( Mateo 7:13-14).
Ciertamente, la puerta angosta y el camino que lleva a la vida, por el cual entran pocos, es un símbolo de la salvación. La puerta ancha y el camino que lleva a la destrucción, el camino por donde va la mayoría, es símbolo de condenación. Si todo lo que Jesús dijo anterior a este pasaje significa algo, si este sermón tiene alguna progresión lógica, si Jesús posee inteligencia de comunicador, entonces la interpretación más natural sería que el camino angosto es el camino para seguir a Jesús, obedeciendo sus mandamientos. El camino ancho sería lo opuesto. ¿Cuántos de los cristianos de hoy en día están en el camino angosto que describe este sermón? El ministro formador de discípulos está ciertamente en el camino angosto, y está dirigiendo a sus discípulos por el mismo camino.
Es confuso para algunos cristianos el hecho de que Jesús no haya dicho nada acerca de la fe o de creer en Él en este sermón, donde Él sólo habla acerca de la salvación y la condenación. Sin embargo, para aquellos que entienden la inseparable relación entre lo que creemos y nuestra conducta, este sermón no será problema. La gente que obedece a Jesús muestra su fe por sus obras. Aquellos que no le obedecen, no creen que Él es el Hijo de Dios. No solamente es la salvación una indicación de la gracia de Dios para nosotros, sino también la transformación que se ha dado en nuestras vidas. Nuestra santidad es realmente su santidad.