Tomando en cuenta las verdades anteriores, consideremos ahora algunas de las mujeres que Dios usó para lograr su divino propósito en el Antiguo Testamento. Es innegable, que Dios primeramente llamó a los hombres al ministerio durante el tiempo del Antiguo Testamento, igual que lo hizo durante el Nuevo Testamento. Las historias de los hombres como Moisés, Aarón, Josué, José, Samuel y David llenan las páginas del Antiguo Testamento.
Sin embargo, muchas mujeres, se levantaron en este tiempo probando que Dios puede escoger, llamar y usar a quien Él desee, y las mujeres que han sido equipadas por Dios, son capaces de hacer la tarea a la cual Él las ha llamado.
Antes de hablar específicamente de alguna de estas mujeres, debemos notar que cada gran hombre del Antiguo Testamento nació de una mujer y fue criado por ella. No habría existido un Moisés sin una mujer llamada Jocabed (ver Éxodo 6:20). No hubiera existido ninguno de los grandes hombres de la Biblia si no hubiera sido por las madres de estos hombres. A las mujeres se les ha dado la gran responsabilidad y ministerio digno de alabanza de criar a los hijos en el Señor (ver 2 Timoteo 1:5).
Jocabed no sólo fue la madre de dos hombres llamados por Dios, que eran Moisés y Aarón, sino también de una mujer llamada por Dios, la hermana de ellos, que era profeta y líder de adoración, la cual se llamaba María (ver Éxodo 15:20). En Miqueas 6:4, Dios le da la categoría de líder de Israel junto con Moisés y Aarón:
“Te hice subir de la tierra de Egipto, te redimí de la casa de servidumbre y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María” (énfasis agregado).
Por supuesto, que el rol de liderazgo de Maria en Israel no era tan dominante como el de Moisés. Ahora, como profeta, Maria habló en el nombre de Dios, y pienso que es seguro el pensar que el mensaje de Dios a través de ella no sólo era dirigido a las mujeres, sino también a los hombres de Israel.