Algunos desean señalar que en la Escritura siempre se ha hablado de los ancianos en plural, mostrando aparentemente que no es bíblico tener un solo anciano/ pastor/ superintendente liderando su rebaño. Sin embargo, en mi opinión, no es una prueba concluyente. La Biblia en verdad menciona que en ciertas ciudades, más de un anciano estaba supervisando la iglesia, pero no dice que esos ancianos tenían la misma autoridad sobre congregaciones individuales. Por ejemplo, cuando Pablo reunió a los ancianos de Éfeso (ver Hechos 20:17), era bastante obvio que esos ancianos eran de una ciudad en donde la suma de todo el cuerpo consistía en miles y quizás diez miles de personas (ver Hechos 19:19). Por esto tuvo que haber habido muchos rebaños en Éfeso, y es bastante posible que cada anciano supervisara una iglesia casera individualmente.
No hay ningún ejemplo en la Escritura en donde Dios llame a un comité para hacer una tarea. Cuando Dios quería liberar a Israel de Egipto, Él llamó a un solo hombre, Moisés, para ser el anciano. Otros fueron llamados para ayudar a Moisés, pero todos ellos se sometían a Moisés, y como él, cada uno de ellos tenía una responsabilidad diferente sobre cierto subgrupo de gente. Este modelo se repite varias veces en la Escritura. Cuando Dios tiene una tarea para alguien, Él llama a una persona para que tome la responsabilidad, y llama a otros para que le ayuden.
Por esto, pareciera extraño que Dios llame a un comité de ancianos con igual autoridad para supervisar cada pequeña iglesia casera de veinte personas. Esto pareciera una invitación para la disputa.
Esto no quiere decir que cada iglesia casera debe ser supervisada por uno y sólo un líder. Sin embargo, se puede decir que si hay más de un anciano en la iglesia, el anciano más joven y con menor madurez espiritual debe someterse al anciano mayor y más maduro espiritualmente. La Escritura dice que son las iglesias, no las escuelas bíblicas, las que deben entrenar a los pastores/ ancianos/ superintendentes más jóvenes, y así es bastante posible y deseable que hayan varios pastores/ ancianos/ superintendentes en las iglesias caseras, en donde los menos maduros espiritualmente sean discipulados por aquellos con mayor madurez espiritual.
He observado este fenómeno aún en iglesias que supuestamente son supervisadas por ancianos con la “misma” autoridad. Siempre hay un anciano que sobrepasa a los otros y vela por los otros. O siempre hay uno que es dominante mientras que los otros son más pasivos. De otra forma, eventualmente habría contienda. Es un hecho que cada comité siempre elige a una persona líder. Cuando un grupo de iguales se dispone a realizar una tarea, reconocen que debe haber un líder. De igual modo acontece en la iglesia.
Además, la responsabilidad de los ancianos se compara con la responsabilidad de los padres, por lo que Pablo dice en 1 de Timoteo 3:4-5. Los ancianos deben manejar bien sus propias casas, porque de otra manera no podrían manejar bien una iglesia. Pero ¿qué tan bien se puede manejar una familia con dos padres con la misma autoridad? Yo pienso que puede haber muchos problemas.
Los ancianos/ pastores/ superintendentes deberían trabajar juntos en el cuerpo de Cristo siendo responsables mutuamente, para poderse ayudar en caso de que surja algún problema. Pablo escribió sobre un “presbiterio” (1 Timoteo 4:14), lo cual debió ser una reunión de presbuteros (ancianos) y posiblemente de otros hombres con dones ministeriales. Si hay un apóstol fundador, él también puede ayudar con sus servicios cuando haya problemas en un cuerpo local debido a un error de algún anciano. Cuando los pastores institucionales van por mal camino, siempre dará como resultado graves problemas debido a la estructura de la iglesia. Hay un edificio y hay programas que mantener. Pero las iglesias caseras pueden disolverse instantáneamente cuando un pastor se desvía por mal camino. Los miembros simplemente pueden empezar a congregarse en otra iglesia.