Está claro en la Escritura que los ancianos/ pastores/ superintendentes deben recibir un salario, ya que son trabajadores a tiempo completo en la iglesia. Pablo escribió:
“Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar, pues la Escritura dice: “No pondrás bozal al buey que trilla” y “Digno es el obrero de su salario” (1 Timoteo 5:17-18).
El tema está claro, Pablo inclusive utiliza la palabra salario. La frase acerca de que los ancianos que gobiernan bien deben ser honrados doblemente se entiende fácilmente cuando se considera el contexto. En los versos anteriores a este, Pablo escribe acerca de la responsabilidad de la iglesia de ayudar financieramente a las viudas, a quienes no se ayudarían de otra forma, y él inicia utilizando la misma expresión “Honra a las viudas que en verdad lo son” (ver 1 Timoteo 5:3-16). Así que en este contexto, “honrar” significa ayudar financieramente. Los ancianos que gobiernan bien deben ser considerados dignos de doble honor, recibiendo al menos el doble de lo que se le da a las viudas y más aún si tienen hijos que mantener.
La iglesia institucional alrededor del mundo sostiene a sus pastores en su mayoría (aun en naciones pobres), pero parece que muchas iglesias caseras alrededor del mundo, especialmente aquellas en el occidente, no lo hacen. Yo creo, que esto se debe, en parte, a que la razón de muchas personas en el mundo occidental para unirse a las iglesias caseras es su rebeldía de corazón, y se unen a ellas buscando, y de hecho la han encontrado, la opción menos demandante del cristianismo disponible en el planeta. Manifiestan que se unen a una iglesia casera porque quieren escapar de la esclavitud de la iglesia institucional, pero lo que realmente quieren es escapar del compromiso con Cristo. Han encontrado iglesias que no solicitan ayuda financiera, razón por la cual contrastan con lo que Cristo espera de sus discípulos. Aquellos cuyo Dios es el dinero y que prueban este hecho al hacerse tesoros en la tierra y no en el cielo, no son verdaderos discípulos de Jesús (ver Mateo: 6:19-24; Lucas 14:33). Si el cristianismo de alguno no afecta su manejo del dinero, esta persona no es cristiana del todo.
Las iglesias caseras que dicen ser bíblicas deberían sostener a sus pastores, cuidar del pobre y ayudar a las misiones. En cuanto al dar y a las finanzas, estas iglesias deben aventajar a las iglesias institucionales, pues no tienen ningún edificio que pagar y no tienen empleados que sostener. Sólo se necesita diez personas que diezmen para sostener un pastor. Diez personas que den el 20% de su salario pueden sostener completamente a un pastor y a otro misionero con un estilo de vida similar al del pastor.