Inmediatamente después de que Jesús le dijo a Pedro que perdonara a su hermano cuatrocientas noventa veces, Él contó una parábola a Pedro para que entendiera lo que quería decir:
“Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. Cuando comenzó a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. A este, como no pudo pagar, ordenó su señor venderlo, junto con su mujer e hijos y todo lo que tenía, para que se le pagara la deuda. Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba diciendo: Señor, ten paciencia conmigo y yo te lo pagaré todo. El señor de aquel siervo, movido a misericordia, lo soltó y le perdonó la deuda. Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos que le debía cien denarios; y agarrándolo, lo ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Entonces su consiervo postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo y yo te lo pagaré todo. Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel hasta que pagara la deuda. Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. Entonces, llamándolo su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor, enojado, lo entregó a los verdugos, hasta que pagara todo lo que le debía. Así también mi Padre celestial hará con vosotros, si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas” (Mateo 18:23-35).
Note que el primer siervo fue perdonado porque él le rogó a su amo. Luego vemos que el segundo siervo pidió humildemente al primer siervo el perdón de su deuda. El primer siervo no hizo por el segundo siervo lo que su señor había hecho por él, y esto enojó mucho a su señor. Si esto es así, ¿podía Pedro haber pensado que Jesús esperaba que él perdonara a un hermano que no se arrepentía y que nunca pidió perdón, algo que del todo no se ilustraba en la parábola de Jesús? Altamente improbable, y más aún ya que Jesús acababa de decirle que debía tratar a un hermano impenitente, después de haberlo confrontado apropiadamente, como a un gentil o publicado.
Parece aún más improbable que Pedro hubiera pensado que debía perdonar a un hermano no arrepentido conociendo el castigo que Jesús prometió si no perdonamos a nuestros hermanos de corazón. Jesús prometió cobrarnos de nuevo toda nuestra deuda anterior y entregarnos en manos de los verdugos hasta que pagáramos una deuda imposible de pagar. ¿Sería este un castigo sólo para un cristiano que no perdona a su hermano, un hermano que Dios tampoco perdona? Si un hermano peca contra mí, él peca contra Dios, y Dios no le perdona hasta que se arrepienta. ¿Podría Dios justamente castigarme por no perdonar a alguien a quien Él tampoco perdona?