¿Pero qué acerca de las palabras de Jesús que se encuentran en Marcos 11:25-26? ¿No indican estas palabras que debemos perdonar a todos de cualquier cosa aunque no se nos haya pedido perdón?
“Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas, porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas”.
Este verso no sustituye a los otros versos que ya hemos considerado sobre el tema. Ya sabemos que lo que enoja a Dios es que no perdonemos a un hermano que ha solicitado nuestro perdón. Así que podemos interpretar este verso a la luz de este hecho. Jesús sólo está enfatizando en este verso que debemos perdonar a otros si queremos que Dios nos perdone. Jesús no nos está dando más mecanismos específicos acerca del perdón y lo que uno debe hacer para recibirlo de otros.
Note que Jesús no dice aquí que debemos pedirle perdón a Dios para recibirlo de Él. ¿Debemos ignorar todo lo que la Escritura nos enseña acerca de que el perdón de Dios se hace efectivo cuando lo pedimos? (ver Mateo 6:12; 1 Juan 1:9). ¿Debemos asumir que no debemos pedir el perdón de Dios cuando pecamos, porque Jesús no lo menciona en este verso? Esto podría ser una forma de pensar sin sabiduría a la luz de lo que la Escritura nos dice. También no hay sabiduría en ignorar todo lo demás que la Escritura nos enseña acerca del perdón a los otros cuando los otros lo piden.