Como expliqué antes, todos los ayunos de cuarenta días que están en la Biblia pueden ser clasificados como sobrenaturales. Ya hemos hablado acerca de los dos ayunos de Moisés en la presencia de Dios. Elías también ayunó por cuarenta días, pero él fue alimentado con anticipación por un ángel (ver 1 Reyes 19:5-8). También hubo unos hechos sobrenaturales en los cuarenta días del ayuno de Jesús. Él fue guiado sobrenaturalmente por el Espíritu Santo al desierto. Él experimentó tentaciones sobrenaturales de Satanás cerca del final de su ayuno. Él también fue visitado por ángeles al final de su ayuno (ver Mateo 4.1-11). El ayuno de cuarenta días no es una norma Bíblica.
Si una persona voluntariamente se abstiene de no ingerir una comida al día con el fin de pasar tiempo buscando al Señor, ya ha ayunado. La idea de que el ayuno sólo se puede medir por la cantidad de días es errónea.
Los dos ayunos mencionados en el libro de los Hechos que ya hemos considerado (ver Hechos 13.1-3; 14.23) aparentemente no fueron muy largos. Pudieron haber sido ayunos de una sola comida.
Debido a que el ayuno se hace con el fin de buscar al Señor en oración para la dirección, mi recomendación es que ayunes tanto como lo necesites, hasta que tengas la clara dirección de lo que estás buscando de parte del Señor.
Recuerda, el ayuno no fuerza a Dios para que te hable. El ayuno sólo puede aumentar tu sensibilidad al Espíritu Santo. Dios te habla ayunes o no. Nuestra dificultad es escucharle debido a nuestros propios deseos.