El Anticristo

(The Antichrist)

El profeta Daniel reveló que el anticristo se sentará en templo reedificado de Jerusalén a mediados de los siete años de tribulación y se proclamará Dios (ver Daniel 9:27, el cual estudiaremos luego). Este es el evento que Jesús tenía en mente, mientras continuaba su discurso de los olivos:

“Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de la que habló el profeta Daniel, el que lee, entienda, entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Pero ¡ay de las que estén encinta y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado, porque habrá entonces gran tribulación, cual no la habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.[1] Y si aquellos días no fueran acortados, nadie sería salvo; pero por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados” (Mateo 24:15-22).

Esta es una elaboración más específica concerniente a la tribulación de la que Jesús había hablado antes (ver 24:9). Cuando el anticristo declare que él es Dios desde el templo de Jerusalén, una persecución inimaginable comenzará en contra de los creyentes en Jesús. Al declararse a sí mismo Dios, el anticristo esperará que todos acepten su deidad. Consecuentemente, todos los verdaderos creyentes en Cristo inmediatamente se convertirán en enemigos oficiales del estado y serán prendidos y asesinados. Por esto Cristo dijo a los creyentes en Judea que deberían huir a los montes, sin retrasarse, orando para que su escape no tenga dificultades.

Yo pienso que sería una buena idea para todos los creyentes alrededor del mundo huir a lugares remotos cuando esto ocurra, pues probablemente esto será presentado hasta por la televisión alrededor del globo. La Escritura nos dice que todo el mundo se rendirá ante el anticristo, pensando que él es el Cristo, y el mundo le dará su adhesión. Cuando él se declare Dios, el mundo creerá en él y le adorará. Cuando el anticristo hable blasfemias en contra del verdadero Dios, el Dios de los cristianos, influenciará a todos sus seguidores en el mundo para que odien a aquellos que se niegan a adorarlo (ver Apocalipsis 13:1-8).

Jesús promete liberación a su pueblo al acortar los días pues de otra forma nadie se salvaría (ver 24:22). El acortar los días por amor a sus elegidos debe ser una referencia a su liberación cuando Él venga en los cielos. Sin embargo, Jesús no nos dice aquí, cuánto tiempo después de que el anticristo se declare Dios, ocurrirá esta liberación.

En cualquier caso, una vez más notamos que los que escuchaban a Jesús en ese día quedaron con la misma impresión de que verían al anticristo declarar su deidad y su guerra en contra de los creyentes. Esto contrasta con aquellos que dicen que los creyentes serán raptados en los cielos antes de tal evento. Si tú le hubieras preguntado a Pedro, Santiago o Juan si Jesús iba a retornar para rescatarlos antes de que el anticristo se declarara Dios, ellos hubieran respondido, “aparentemente no”.


[1] Si el rapto de la iglesia ocurriera precisamente en el punto de los siete años de tribulación como algunos dicen, no hubiera habido necesidad de que Jesús diera instrucciones a los creyentes acerca de escapar por sus vidas, ya que todos serían llevados en el rapto.