Un Mito Basado en Otro Mito

(A Myth Based Upon a Myth)

¿Prueba esta historia de Daniel y el príncipe de Persia que nuestra guerra espiritual puede determinar el resultado de las batallas angelicales? De nuevo, esta idea asume (basada en unas cuantas escrituras) que hay batallas angelicales regularmente. Pero, por un momento digamos que sí existen batallas angelicales regularmente. ¿Prueba la historia de Daniel que nuestra guerra espiritual puede determinar el resultado de las batallas espirituales que quizá ocurren?

Esta pregunta la hacen frecuentemente aquellos que promueven el mito, “¿qué hubiera pasado si Daniel se hubiera desilusionado y se hubiera dado por vencido en un solo día?” La respuesta a esa pregunta, por supuesto, nadie la conoce. El hecho es que Daniel no cesó de buscar a Dios en oración hasta que el ángel desconocido llegó. Sin embargo, la intención a la hora de hacer esa pregunta es convencernos de que Daniel, en su continua guerra espiritual, fue la clave para que el ángel pudiera llegar hasta él. Si Daniel no hubiera hecho guerra espiritual, supuestamente el ángel nunca hubiera sobrepasado al príncipe de Persia. Ellos quieren hacernos creer, que nosotros como Daniel, debemos continuar en la batalla espiritual, pues, de lo contrario, un ángel maligno le ganará la batalla a un ángel de Dios.

Primero, observemos que Daniel no estaba “haciendo guerra espiritual”, pues él tan sólo le oraba a Dios. No se menciona que Daniel estuviera diciendo algo a ángeles malvados o reprendiéndolos por algo, o “guerreando” contra ellos. Daniel, de hecho, no sabía que se estaba llevando a cabo una batalla angelical hasta que pasaron tres semanas y el ángel se le apareció. Él pasó esas tres semanas ayunando y buscando a Dios.

Así que hagamos la pregunta de nuevo: si Daniel hubiera dejado de orar y buscar a Dios después de uno o dos días, ¿hubiera fracasado el ángel en darle el mensaje a Daniel de parte de Dios? No lo sabemos. Sin embargo, el ángel nunca le dijo a Daniel, “que bueno que te mantuviste orando, porque de lo contrario nunca hubiera podido llegar”. No, el ángel le dio el crédito a Miguel por su llegada. Obviamente, fue Dios quien envió a este ángel y a Miguel, y los envió en repuesta a la oración de Daniel para que el futuro de Israel fuera entendido.

Sería una suposición pensar que si Daniel hubiera dejado de orar y ayunar, Dios hubiera dicho, “bueno ángeles, Daniel dejó de orar y ayunar, así que aunque había enviado a uno de ustedes a darle un mensaje, olvídense de eso y no le den el mensaje a Daniel. Parece que nunca existirán los capítulos once y doce del libro de Daniel”.

Daniel obviamente, perseveró en la oración (no en la “guerra espiritual”) y Dios le respondió al enviar a los ángeles. Nosotros también debemos perseverar en la oración a Dios, y si es la voluntad de Dios, nuestra respuesta vendrá por medio de un ángel. Pero no nos olvidemos que hay muchos ejemplos acerca de ángeles dando importantes mensajes a personajes bíblicos donde no media ninguna oración, mucho menos una oración de tres semanas.[1] Debemos tener un balance en este asunto. Además, hay una serie de ejemplos donde los ángeles les dan mensajes a personajes bíblicos donde no se incluye ninguna mención acerca de una pelea contra los ángeles malvados al venir del cielo. Puede que estos ángeles tuvieran una batalla con ángeles malvados para dar estos mensajes, pero si la hubo, nosotros no lo sabemos, porque la Biblia no nos lo dice.

Así que ahora seguimos adelante con nuestro tercer mito.


[1] Por ejemplo ver, Mateo 1:20; 2:13, 19; 4:11; Lucas 1:11-20, 26-38.Por ejemplo ver, Mateo 1:20; 2:13, 19; 4:11; Lucas 1:11-20, 26-38.