Más Pruebas de La Autoridad Suprema de Dios Sobre Satanás

(Further Proof of God's Supreme Authority Over Satan)

Hay muchas otras escrituras que prueban fehacientemente el hecho de que Dios no perdió control sobre Satanás cuando el hombre pecó. La Biblia repetidamente afirma que Dios siempre ha tenido y siempre tendrá completo control sobre Satanás. El diablo sólo puede hacer lo que Dios le permite hacer. Primero examinemos algunas escrituras del Antiguo Testamento que afirman este hecho.

Los primeros dos capítulos del libro de Job incluyen un ejemplo clásico de la autoridad de Dios sobre Satanás. Ahí leemos sobre Satanás ante el trono de Dios, acusando a Job. Job estaba obedeciendo a Dios más que cualquier otra persona en la tierra en ese tiempo, así que naturalmente, el diablo lo tenía en la mira. Dios sabía que Satanás se “había fijado” en Job (ver Job 1:8), y escuchaba como Satanás acusaba a Job de servirle a Él sólo por el hecho de disfrutar de todas las bendiciones (ver Job 1:9-12).

Satanás dijo que Dios había puesto un cerco alrededor de Job y le pidió que le quitara todas sus bendiciones. Consecuentemente, Dios permitió que Satanás afligiera a Job hasta cierto grado. Inicialmente, Satanás no podía tocar el cuerpo de Job. Sin embargo, luego, Dios le permite a Satanás que aflija el cuerpo de Job, pero sin matarlo (ver Job 2:5-6).

Este pasaje de la Escritura claramente prueba que Satanás no puede hacer todo lo que él quiere. No pudo tocar las posesiones de Job hasta que Dios se lo permitió. No pudo robarle la salud a Job hasta que Dios se lo permitió. Y no pudo matar a Job porque Dios no se lo permitió.[1] Dios tiene control sobre Satanás, incluso desde la caída de Adán.


[1] Este pasaje entero también prueba que Job no le dejó la puerta abierta a Satanás a través del miedo que sentía, un mito que algunos creen. Dios mismo le dijo a Satanás concerniente a Job en el 2:3: “todavía mantiene su integridad, a pesar de que tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa” (énfasis agregado). Yo discuto esto en detalle en mi libro Las Pruebas de Dios, pp. 175-181, el cual se puede leer en inglés en nuestra página de Internet (www.davidservant.com).