Hay muchos ejemplos de Dios usando a Satanás y a sus espíritus malvados como agentes de su ira en el Antiguo Testamento. Leemos en 1 Samuel 16:14: “El espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte de Jehová lo atormentaba”. Esta situación obviamente ocurrió debido a la disciplina de Dios por la desobediencia de Saúl.
La pregunta es, ¿Cuál es el significado de la frase, “un espíritu malo de parte de Jehová”? ¿Significa que Dios mandó a un espíritu malo que vive con él en el cielo, o significa que Dios soberanamente permitió que uno de los espíritus malos de Satanás afligiera a Saúl? Pienso que la mayoría de los cristianos tienden a aceptar la segunda posibilidad a la luz de lo que la Biblia enseña. La razón por la que esta Escritura dice que era un espíritu de parte de Dios era porque la aflicción del espíritu maligno era el directo resultado de la disciplina divina sobre Saúl. Por esto vemos que los espíritus malvados están bajo el control de Dios.
En Jueces 9:23 leemos: “Envió Dios un espíritu de discordia entre Abimelec y los hombres de Siquem” para que el juicio divino pudiera venir sobre ellos por sus malas obras. De nuevo, este espíritu malvado no era del cielo donde está Dios, sino del reino de Satanás, y se le permitió divinamente ejecutar el mal contra ciertas personas. Los espíritus malos no pueden trabajar exitosamente en contra de alguien sin el permiso de Dios. Si esto no fuera verdad, entonces Dios no sería todopoderoso. Por eso podemos concluir con seguridad que cuando Adán pecó, Satanás no ganó ninguna autoridad que no estuviera bajo el control de Dios.