El Nuevo Testamento provee evidencia adicional que rechaza esta teoría errónea acerca de la ganancia de Satanás.
Por ejemplo leemos en Lucas 9:1 que Jesús le dio a sus doce discípulos “poder y autoridad sobre todos los demonios”. Además, en Lucas 10:19, Jesús les dijo, “Os doy potestad de pisotear serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará” (énfasis agregado).
Si Jesús les dio autoridad sobre todo poder de Satanás, es porque Él debe haber tenido esa autoridad inicialmente, pues Satanás está bajo la autoridad de Dios.
Después en el evangelio de Lucas leemos que Jesús le dice a Pedro, “Simón, Simón, Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo” (Lucas 22:31, énfasis agregado). El texto indica que Satanás no podía afligir a Pedro sin tener primeramente el permiso de Dios. De nuevo, Satanás está bajo el control de Dios.[1]
[1] Ver también 1 Corintios 10:13, el cual indica que Dios limita nuestras tentaciones, lo que indica que Dios limita al tentador.