Debido a que Satanás es el “dios de este mundo”, muchos han asumido que él controla el clima y que causa los desastres naturales, como las sequías, inundaciones, huracanes, terremotos, y demás. ¿Pero es esto lo que la Escritura nos enseña? De nuevo, debemos ser cuidadosos en no basar toda nuestra teología acerca de Satanás en un pasaje que dice, “el ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir” (Juan 10:10). Cuantas veces he escuchado a la gente decir que este verso prueba que todo lo que roba, hurta y destruye viene de Satanás. Sin embargo, cuando examinemos más la Biblia aprenderemos que Dios mismo algunas veces mata y destruye. Consideremos estos tres pasajes como parte de muchos ejemplos más:
“uno solo es el dador de la ley, que puede salvar o condenar” (Santiago 4:12, énfasis agregado).
“Os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que, después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno. Sí, os digo, a este temed” (Lucas 12.5, énfasis agregado).
“No temáis a los que matan el cuerpo pero el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno” (Mateo 10:28, énfasis agregado).
Si decimos que todas las cosas que se relacionan con matar y destruir provienen de Satanás, estamos en un error. Hay muchos ejemplos en la Biblia acerca de la decisión de Dios de matar y destruir.
Debemos preguntarnos, ¿Cuando Jesús habló del ladrón que venía a matar, robar y destruir, estaba hablando del diablo? De nuevo, lo que tenemos que hacer es leer esta declaración contextualmente. Un verso antes de que Jesús hablara del que venía a hurtar, matar y destruir, Jesús dijo, “Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores, pero no los oyeron las ovejas” (Juan 10:8). Cuando leemos el discurso entero de Jesús en Juan 10:1-15, diciendo que Él es el Buen Pastor, se hace aún más obvio que sus términos ladrón y ladrones hacen referencia a falsos maestros y a líderes religiosos.