Pero eso no es todo. Dios, el más grande evangelista que obra para traer a todos al arrepentimiento, habla a la gente por otros medios. Una vez más, leamos las palabras de Pablo:
“La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad” (Romanos 1:18, énfasis agregado).
Note que Pablo dijo que la ira de Dios se revela, no que se revelará en el futuro. La ira de Dios es evidente a todos en cada uno de los eventos trágicos, grandes o pequeños, que plagan a la humanidad. Si Dios es todopoderoso, capaz de hacerlo todo y prevenir todas las cosas, entonces cuando tales eventos golpean a aquellos que ignoran a Dios, eso debe ser una manifestación de su ira. Sólo los teólogos insensibles y los filósofos simples no pueden ver esto. Pero, aun en su ira, Dios muestra su misericordia y amor, pues generalmente Dios manda menos ira de la que la humanidad merece, y esto es sólo una advertencia amorosa sobre la ira eterna que le espera a aquellos que no se arrepienten. Este es otro medio que Dios usa para llamar la atención de la gente que necesita arrepentirse.