Regla #2: Lea Contextualmente

Regla #2: Lea contextualmente. Cada pasaje debe de ser interpretado a la luz de los pasajes que le rodean y de la Biblia como un todo. El contexto histórico y cultural también debe ser considerado cuando sea posible.

(Rule #2: Read contextually. Every passage must be interpreted in light of the surrounding passages and the entire Bible. The historical and cultural context should also be considered whenever possible.)

Leer las Escrituras sin tomar en consideración su contexto bíblico e inmediato, es tal vez la primera causa de una mala interpretación.

Es posible hacer que la Biblia nos diga aquello que queremos oír, si aislamos las escrituras de su contexto. Por ejemplo, ¿sabías que la Biblia dice que Dios no existe? En Salmos 14 podemos leer, “No hay Dios” (Salmos 14:1).

Sin embargo, si queremos interpretar estas palabras apropiadamente tenemos que leerlas dentro de su contexto: “El necio dice en su corazón, “No hay Dios””, (Salmos 14:1, énfasis agregado). Ahora sí, ¡este verso tiene otro significado completamente diferente!

Otro ejemplo: una vez escuché a un predicador decir en un sermón que los cristianos necesitaban ser “bautizados en fuego”. Él comenzó su sermón leyendo las palabras de Juan el Bautista que se encuentran en Mateo 3:11: “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento, pero el que viene tras de mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo. Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego”.

Basado en este verso, él construyó su sermón. Yo recuerdo que él decía, “el hecho de que ustedes hayan sido bautizados en el Espíritu Santo no es suficiente. Jesús desea bautizarlos en fuego, como Juan el Bautista lo proclamó”. Él siguió explicando que cuando seamos “bautizados en fuego”, estaremos llenos de fervor para trabajar para el Señor. Finalmente él llamó al altar a la gente que quisiera ser “bautizada en fuego”.

Desafortunadamente, este predicador en particular cometió el clásico error de sacar una escritura de su contexto.

¿Qué fue lo que Juan el Bautista quiso decir cuando señaló que Jesús bautizaría en fuego? Para encontrar la respuesta, todo lo que tenemos que hacer es leer los dos versos anteriores a este verso, y un verso después de éste. Comencemos con los dos versos precedentes. Aquí Juan dijo:

“Y no penséis decir dentro de vosotros mismos: “A Abraham tenemos por padre”, porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aún de estas piedras. Además, el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego” (Mateo 3:9-10, énfasis agregado).

Primero aprendimos que en ese día por lo menos una parte de la audiencia de Juan consistía de judíos que pensaban que su salvación se debía a su linaje. Por esto, el sermón de Juan era evangelístico.

También aprendimos que Juan estaba advirtiendo a las personas que no eran salvas del peligro de ser arrojadas al fuego. Pareciera razonable concluir que “el fuego” del cual Juan hablaba en el verso 10, es el mismo fuego del que hablaba en el verso 11.

Este hecho se vuelve aún más claro cuando leemos el verso 12:

“Su aventador está en su mano para limpiar su era. Recogerá su trigo en el granero y quemará la paja en fuego que nunca se apagará” (Mateo 3:12, énfasis agregado).

En los versos 10 y 12, el fuego del cual Juan estaba hablando era el fuego del infierno. En el verso 12, con una metáfora él dice que Jesús dividiría a la gente en dos grupos, el trigo, el cual sería “echado al granero” y la paja, la cual sería “quemada en el fuego”.

A la luz de los versos 10 y 12, es posible decir que en el verso 11, Juan quería decir que Jesús bautizaría a la gente con el Espíritu Santo, si son creyentes, o con fuego, si no son creyentes. Ya que éste es el caso, nadie debería predicar que los cristianos necesitan ser bautizados en fuego.

Moviéndose más allá del contexto inmediato de estos versos, deberíamos mirar el resto del Nuevo Testamento. ¿Podemos encontrar un ejemplo en el libro de los Hechos donde los cristianos digan que fueron “bautizados en fuego”? No. Lo más cercano a esto es la descripción de Lucas acerca del día del Pentecostés, cuando los discípulos fueron bautizados en el Santo Espíritu y hablaron leguas y llamas de fuego aparecieron temporalmente sobre sus cabezas. Pero Lucas nunca dijo que ese había sido el “bautismo en fuego”. Además, ¿podemos encontrar alguna exhortación o alguna instrucción en las epístolas donde se diga que los cristianos tienen que ser “bautizados en fuego”? No. Por lo tanto, es bastante seguro decir que los verdaderos cristianos no deberían buscar un bautismo en fuego.