¿Quién Está Hablando?

(Who is Speaking?)

Siempre debemos fijarnos quién está llevando a cabo la predicación o el mensaje de cualquier pasaje bíblico, pues esa información contextual nos ayudará a interpretar correctamente el mensaje. Aunque todo en la Biblia ha sido inspirado para estar en la Biblia, no todo en la Biblia es la Palabra inspirada de Dios. ¿Qué quiero decir con esto?

En muchos pasajes de la Escritura, las palabras sin inspiración de la gente están escritas. Por lo tanto, nosotros no debemos pensar que todo lo que la gente habla en la Biblia es inspiración de Dios.

Por ejemplo, algunos cometen el error de calificar las palabras de Job y sus amigos como si éstas fueran inspiradas por Dios. Hay dos razones por las que esto es un error. Primero, Job y sus amigos discutieron en treinta y cuatro capítulos. No se ponían de acuerdo. Obviamente no todo lo que dijeron pudo ser inspirado por Dios, porque Dios no se contradice a sí mismo.

Segundo, al final del libro de Job, el mismo Dios habla, y Él corrige a Job y a sus amigos por decir cosas que no eran correctas (ver Job 38:42).

Nosotros debemos tomar la misma precaución cuando leemos el Nuevo Testamento. En varios casos, Pablo plenamente afirma que ciertas porciones de sus escritos era su propia opinión (Ver 1 Corintios 7:12, 25-26, 40).